LAPSUS
Puesto que nada está definitivamente sellado
puesto que el ritmo asombroso de tus nalgas mantienen
el hechizo en esta ciudad de mar
puesto que he decidido buscar el tesoro oculto
en los pliegues de tu sexo
puesto que aprendemos estas fórmulas de memoria
y anotamos en el debe y el haber un espejo roto
una imagen descompuesta
el arcoíris de la muñeca abandonada en la arena
puesto que se empieza en algún momento
por la cadencia del gavilán sumergida en la astronomía
rebosante de truenos y relámpagos
donde tú eres el vestigio de la hechicera
el sistema solar que acariciaba el brazo y el pecho
la botella casi vacía en la penumbra
puesto que tú eras entonces la promesa del agua
la oscuridad que presagiaba mi piel
invadiendo la selva de
luz negra
perfeccionando el chorro de tierra y esperma
humillando, sí, humillando mi búsqueda de la mandrágora
mi regreso a la edad media
Puesto que al comienzo eras favorable a la ofrenda
mientras orbitabas hacia el miedo
mientras girabas hacia la puerta de cristal refractario
retrocediendo a la vuelta de la esquina
y luego aparecías y desaparecías en la fiesta de cumpleaños
te prolongabas en mi cigarrillo
para finalmente descender al centro de insomnio
y tú eras la primera figura de la baraja
y yo el río donde te desnudabas
la punta de la lengua
la saliva guardada más allá de la sábana blanca
Puesto que tal vez nada sea cierto
me limito a la sombra
a ser la sombra de lo que tú buscabas
a ser la sombra
de lo que tú buscabas
en la locura.
De: Oscuro ceremonial (1975)
José Lira Sosa
(1930 –1995). Poeta, dramaturgo, docente y periodista
venezolano.
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