LA CASA
No somos dueños de la
casa que habitamos.
Mi casa tiene vocación de
pájaro
agita su techo a dos
aguas
y vuela;
alcanza la estatura del
sol
y con un guiño de sus
ojos
deja entrar ramos
amarillos.
Juegan las nubes en el
patio
y el verde se enamora del
azul.
El carpintero toca la
puerta
se oye sentenciar al
cristofué.
Son los sueños de la casa
que la habitan.
MARACAY
Héctor Julio Rivas Yusti. Pintor venezolano. Catedral de Maracay
He envejecido junto a ti.
Es justo que pague mi
deuda
con letras y palabras.
Te amo con tu nombre
de grito
o de dolor
te amo con tus celdas
de formas caprichosas
con tus dos vestidos
de esperanza
y soledad
con los polvos
de tus viejas cales
y esos ruidos de antiguos
cantos
con los animales raros
que te habitan
dentro y fuera de las
rejas
con la tiara en llamas
con los pájaros de acero
con el sol y sombra
y el toro de tu sangre.
QUIEN CANTA
Escuela de Rubens - Eolo
o el Aire
Quien canta por las
mañanas
no hace jaula de su casa.
No sabe de techos
más bien de cielos
de largos recorridos
de árboles y ramas.
Quien canta por las
mañanas
sabrá donde invernar
también del escondite
de brisas y sus ecos.
Quien lo hace
sin ser pájaro
lleva plumas en la
sangre.
ÚLTIMO VERSO
Giogio de Chirico - El sueño del poeta
Me estoy acostumbrando a
la soledad
de la página en blanco
junto al fantasma
primitivo y recurrente.
Habito un mundo no
dibujado
en el reino que pudiera
ser marchito.
Así me debato
entre el todo y la nada.
Pienso en lo inútil de
este oficio
de modestas recompensas
y pregunto:
- ¿por qué he de
llevarles
un último verso?
OTRA CITA
Ricardo Asensio - Camino en otoño
Los años destilan bebidas
soñolientas
mientras el tiempo
embalsama los cuerpos vivos;
somos siervos,
estamos atrapados por
arañas
en jardines de estambre
bajo los designios de
ábacos siniestros.
Será estéril esquivar
otoños
y cenizas,
desviar el plan de vuelo
de las hojas
será inútil.
Algún día
sólo quedará desmontarnos
y esperar en la fragua
otra cita.
HAY QUE HUIR
Quint Buchholz - Ausflug
in Kunst ...
Hay que saltar de la
cornisa del pasado.
Dejar salir en vuelo las
pesadas aves,
huir del hielo de la
celda
y de las siluetas fijas
de las sombras.
Hay que huir
y seguir huyendo.
Cortar el cielo sin
pensar en estaciones
sin ver las ramas
deshojadas.
Hay que huir
y trinar con serpentinas
hasta la salida del
mundo.
Ricardo Jesús Mejías
Hernández
Poeta y Contador Público
venezolano (Maracay, 1968).
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