MUJERES DE ATENAS
Sandra Flood. Pintora estadounidense. Take-Out
Nosotras, en tiempos de
guerra,
somos unas combatientes
admirables,
aunque nuestros heroísmos
estén hechos
a la medida de un libro
que nunca se escribió.
A veces entregamos
nuestras joyas
a una causa que no
entendemos del todo
pero que íntimamente
detestamos,
y luego cuidamos, como
siempre, de la casa
con una expresión ambigua
en las mañanas,
que no es de miedo, pues
no somos temerosas
aunque la visión de
muelles y aeropuertos
nos estremezca hasta la
náusea
y nos persiga en el
sueño.
En verdad que hilamos más
que de costumbre
pero es que estas telas
recias nunca alcanzan
para la vastedad de
nuestros lechos.
Casi todas tenemos la
tendencia
a coleccionar las cosas más
triviales
como caracoles y vidrios
coloreados,
y también todas pasamos
muchas horas
inmóviles frente a los
espejos
como tratando de develar
algún misterio
pero está visto que nunca
es suficiente.
Sólo nosotras sabemos
cuánta amargura esconden
unas manos quietas,
cuánto oscuro deseo anida
en lo sereno,
cuánta violencia late en
la sumisión.
Nadie nos llama por las
tardes
y cuando rezamos
a la sombra del altar del
sacrificio
pedimos de rodillas cosas
que pertenecen a otra tierra
y a otro cielo,
a otro modo de estar en
esta piel.
Nunca hablamos con las
otras del futuro
—ese terreno fatal de la
esperanza—
pero frecuentamos
secretamente los oráculos.
con sus vísceras
sagradas,
sus hojas de eucalipto y
sus sibilas,
e indagamos afanosas en
el aire
cualquier signo que
confirme
nuestra más íntima
sospecha.
Jamás nos confesamos
imponentes
pues nuestra fuerza
reside en el silencio,
mas al quedarnos solas
a la orilla de la noche
interminable
rogamos a los dioses una
tregua
o un cambio sutil para la
historia.
(De:
Fatal,
1989)
Alicia
Torres
Poeta
venezolana (Caracas, 1960)
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