POEMA PARA HACER UN
TALISMÁN
Guillermo Pérez Villalta (1948). Pintor español. Jeroglífico con corazón |
Se necesita sólo tu
corazón
hecho a la viva imagen
de tu demonio o de tu dios.
Un corazón apenas, como
un crisol de brasas para la idolatría.
Nada más que un
indefenso corazón enamorado.
Déjalo a la intemperie,
donde la hierba aúlle
sus endechas de nodriza loca y no pueda dormir,
donde el viento y la
lluvia dejen caer su látigo en un golpe de azul escalofrío
sin convertirlo en
mármol y sin partirlo en dos,
donde la oscuridad abra
sus madrigueras a todas las jaurías y no logre olvidar.
Arrójalo después desde
lo alto de su amor al hervidero de la bruma.
Ponlo luego a secar en
el sordo regazo de la piedra,
y escarba, escarba en
él con una aguja fría hasta arrancar el último grano de esperanza.
Deja que lo sofoquen
las fiebres y la ortiga,
que lo sacuda el trote
ritual de la alimaña,
que lo envuelva la
injuria hecha con los jirones de sus antiguas glorias.
Y cuando un día un año
lo aprisione con la garra de un siglo, antes que sea tarde,
antes que se convierta
en momia deslumbrante,
abre de par en par y
una por una todas sus heridas:
que las exhiba al sol
de la piedad, lo mismo que el mendigo,
que plaña su delirio en
el desierto,
hasta que sólo el eco
de un nombre crezca en él con la furia del hambre:
un incesante golpe de
cuchara contra el plato vacío.
Si sobrevive aún, si ha
llegado hasta aquí hecho a la viva imagen de tu demonio o de tu dios;
he ahí un talismán más
inflexible que la ley, más fuerte que las armas y el mal del enemigo.
Guárdalo en la vigilia
de tu pecho igual que a un centinela.
Pero vela con él.
Puede crecer en ti como
la mordedura de la lepra; puede ser tu verdugo.
¡El inocente monstruo,
el insaciable comensal de tu muerte!
Olga Orozco
(Toay, La Pampa, 1920 - Buenos Aires,
1999). Poeta argentina.
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