DERRUMBES
Estas paredes ya
no existen
y aún ocupan su
lugar.
Cruzamos puertas,
soportes, soleras,
y aún los olores
desaparecidos
están allí con
los derrumbes de este tiempo.
De su extinción
derivan rastros, lagartijas.
La nada reservada
a la estila, a los arcones,
los enseres que
precedieron la maraña,
la humedad oculta
donde ellos
(infusiones, aceites,
duermevelas)
cavilan, resisten
a la lama,
a la clausura, a
evaporadas lluvias
que redujeron a
polvo las vigas y los clavos.
Ahora sustentan
el vacío,
opaco resplandor
bajo un negado espacio
donde son apenas
el secreto de los grillos,
esa maleza triste
que trepa los tejados.
De: OIKOS
(1986)
Rafael José Álvarez
(Coro, 1934 – 2004). Poeta venezolano
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