DONDE SE BORRA LO QUE
QUEDA
Tal vez sea por esto
que pensar en un hombre
se parece a salvarlo
ROBERTO JUARROZ
Hay una
página humedecida,
un sitio
inexacto en alguna geografía sumergida
donde se me
convoca,
donde se
borra lo que queda.
Alguien me
piensa,
sé que
alguien asume el gatillo o lava las flores
un hombre huyendo de su sombra
en el
mediodía del desierto,
otro
imitando el llanto del jaguar para salvarse.
Sé que
alguien ha soñado y entrevisto,
en un bajel
incendiado por los hombres de la media luna,
el rostro
abominable, mi rostro partiendo.
Alguien
afila su espada en la víspera de la batalla,
piensa
vagamente en lo que pudo ser en otro tiempo,
presiente
su muerte al final de la jornada.
Un niño y un anciano
registrarán
sus bolsillos, lo desnudarán,
se llevarán
las pieles que lo protegían del frío.
El niño no
olvidará el rostro de quien afilaba su espada,
y pensará
en él antes de caer vencido
en un
desembarco inútil en tierras del Nuevo Mundo.
Alguien, en
algún lugar, nos piensa,
sé que
alguien se equivoca o tiene miedo,
entonces
allí nos piensa, nos convoca a la ceremonia del
temblor
en la
página humedecida
donde se
borra lo que queda.
De: Inútil registro
(1999)
Luis Enrique Belmonte
Poeta venezolano
(Caracas, 1971)
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