VII
Por los días en
que no supe ver el sol.
Por mi ayer y por
mi hoy.
Por las amapolas
trituradas en las muelas de la sangre.
Por el paso de
los férvidos helechos
a través de la
luz hasta los muros
de todos los días
muertos.
Porque en mí se
posó la sombra de Lelián
y un legado de
agonías di a la primavera.
Por la luz nocturna
de los ojos interiores.
Por los dedos de
la ofrenda que ya solos están.
Por el regocijo
de la privanza de
tus ojos,
perdóname.
Tu dimensión no
me toca
más allá, más
allá de la muerte.
Me desconoces,
como a quien
marcha hacia el pasado
hecha piedra sin
linaje, sin origen.
Como a una luz
abierta dentro de confines ignorados,
sin rumores.
No me miras
porque soy la
inadvertida yedra de la sombra.
De: Contraseñas del tiempo (1974)
Pálmenes Yarza
(1916-2007). Poeta venezolana.
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