Seguir es abrir la aldaba para que el
sol caiga sobre las losas de los corredores, de los pasadizos. Seguir es llevar
consigo una nube que se desplaza, junto a uno, quieta, armónica, cálida…
Juan
se detiene junto a una pared extensa, azul. El encalado es rugoso, manchado por
el polvo que, a diario, sopla. Sobre su hilera de tejas han crecido plantas
erectas, son príncipes que no conocen la derrota. Nos acercamos a una puerta
cerrada, vieja, oscura, sólo tiene el agujero donde la llave entra. Juan
comienza a palpar la madera, los goznes.
_Lucía.
¿qué callada es esta puerta y cuán silenciosas son sus hendiduras!
_Sí, una puerta cerrada es tan
callada como yo, cuando entro a mi cuarto y estás lejos y me digo que sólo
tengo mis libros, mis cuadernos, mi ventana que nadie ha abierto.
De: Casi un país
Elizabeth Schön
(Caracas, 1921 – 2007). Poeta
venezolana.
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