domingo, 24 de junio de 2012

GABRIEL MANTILLA CHAPARRO




LOS DADOS DEL DESTINO


Bruce Amos. Fotógrafo estadounidense.



I


Debajo del sol hay mucho dolor, pero nos quedan aun las palabras, el oro que buscamos en lo profundo de nuestras minas, los árboles que cortamos en el bosque para hacer un nuevo remo; las palabras, como un buen día de domingo, para ir descifrando sus claves, atravesando el baldío sopor de ciertas tardes y la desnuda noche con la luna sobre los mástiles; las palabras son nuestros dados, para enfrentar (pobres armas) los dados del destino, sin embargo, sólo ellas nos sobreviven, como sobrevive al pintor el trazo intenso, el color y la imagen de su deshojamiento artístico; pájaros corajudos atravesando los aires rotos de la miseria, de la incertidumbre, y volando a incendiar horizontes, sin tomar el atajo para aliviar el sufrimiento. Hay qué saber destilar el honor de la derrota para convertirla en fuerza primordial del próximo combate y garantizar la posible victoria...aunque todo el verde de la vida se ahogue en el mar. Onetti triunfó con todas sus derrotas. Puede ser que esa “fértil miseria” que es la Poesía para Mutis, no sirva para detener el avance de la cruda Realidad. Y lo que es peor, el Amor tampoco nos salva en donde todo es tiempo y por ello es deterioro. Que sólo alcance para lamer las heridas. Pues como dice Hernando Track: “¿de qué sirve el amor si tu madre está enferma y va a morir porque el hecho de la ames no la salva?”. No salva, es cierto, pero nos justifica, de otro modo de qué valdría la pena hablar. También las palabras nos extasían, como cuando caminamos despacio por la piel de los médanos o la orilla de una playa. Son nuestros dados, alguien juega con nosotros y nosotros hacemos el mejor de los intentos: por ello somos creadores, jugamos a hacer el Poema. Ese que surge, como dice Rilke, “necesariamente”.


De Viaje al poema (2005)



Gabriel Mantilla Chaparro
(Cali, 1954). Poeta y ensayista venezolano

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