XIII
Hay algo que se muere
en esta noche,
algo que cae de bruces
y rueda hacia los nombres,
algo que nadie
entiende,
pero que en cada adiós
nos precipita.
Porque ya nada queda en
el instante de morir,
porque ya nada queda en
el instante de quebrantar la túnica,
porque sobre la huella
del suicidio
un nombre intenta
rescatar la aurora.
Muere. Muere en tus
besos imposibles
en la embriaguez etérea
de tu risa,
en tu inquietante voz
que desdibuja el sueño.
Muere. Muere en la
noche que regresa
llevando un haz de
sombra en las espaldas
y un barco de dolor
sobre la frente.
Para nombrarlo un
tiempo de soledad se quiebra.
¿Dónde, en qué oleaje
extraño
lo persiguió tu
desnudez intacta?
Débil, amor, así es mi
corazón entre tus aguas.
¡Oh espejo que retuerce
su faz contra mis naves!
Fumo.
Es hora de callar
mientras el amar se
asfixia en las ventanas.
Lloro. No es hora de
esperar,
y hablo de ti a la mesa
donde las manos tienden
su lámpara de malvas.
De: Sequía de las palabras (1961)
Víctor Salazar
Barcelona (Anzoátegui ) 23 de abril
de 1940 - Cabimas (Zulia) 23 de febrero de 1983. Poeta venezolano.
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