PROMESA
Traje conmigo algunas piedras de la ciudad perdida
y un puñado de versos sin destino
Respirar lo imposible sin esperar noticias
recrearse en la experiencia de la sed
El oleaje aparenta una conversación con las otras máscaras
Mejor no oír su voz, quebrantaría el inquieto sosiego del mar
Si los sueños dejaran de serlo se perdería el gozo de la promesa
La espera, un eterno comienzo
Miré en celaje el vuelo de tus cabellos a través de la vidriera
Recé para que no fueras tú. Así nunca te poseería del todo
El vuelo del alma no debe caer abatido en la piedra más honda.
El oficio, aguardar
en la ciudad que se abre al horizonte
Carmen Cristina Wolf
(Caracas, 1950). Poeta venezolana
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