CARA AL TIEMPO
Fotos, tiempo suspendido de un hilo verbal: Montaña negra/nube blanca. Muchacha viendo pájaros. Los títulos de Manuel no son cabos sueltos: son flechas verbales, señales encendidas.
El ojo piensa, el pensamiento ve, la mirada toca, las palabras arden: Dos pares de piernas, Escala de escalas, Un gorrión, ¡claro!, Casa de lava.
Instantánea y lente mente: lente de revelaciones. Del ojo a la imagen, al lenguaje, ida y vuelta.
Manuel fotografía, nombra esa hendedura imperceptible entre la imagen y su nombre, la sensación y la percepción: el tiempo.
La flecha del ojo justo en el blanco del instante. Cuatro blancos, cuatro variaciones sobre un trapo blanco: lo idéntico y lo diferente, cuatro caras del mismo instante.
Las cuatro direcciones del espacio: el ojo es el centro. El punto de vista es el punto de convergencia. La cara de la realidad, la cara de todos los días, nunca es la misma cara.
Eclipse de sangre: la cara del obrero asesinado, planeta caído en el asfalto. Bajo las sábanas de su risa esconden la cara. Las lavanderas sobrentendidas, grandes nubes colgadas de las azoteas.
¡Quieto, un momento!: El retrato de lo eterno: en un cuarto oscuro un racimo de chispas sobre un torrente negro el peine de plata electriza un pelo negro y lacio.
El tiempo no cesa de fluir, el tiempo no cesa de inventar, no cesa el tiempo de borrar sus invenciones, no cesa el manar de las apariciones.
Las bocas del río dicen nubes, las bocas humanas dicen ríos. La realidad tiene siempre otra cara, la cara de todos los días, la que nunca vemos, la otra cara del tiempo.
Manuel: préstame tu caballito de palo para ir al otro lado de este lado. La realidad es más real en blanco y negro.
Octavio Paz
(1914 – 1998) Poeta mexicano, Premio Nobel de Literatura 1990.
De: Vuelta, 1976.
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