jueves, 3 de mayo de 2012

MARK STRAND


ACCIDENTE


 
Gabriel Figueroa (1907 - 1997). Fotógrafo mexicano.




     Me pasa un tren por encima;

     lo lamento

     por el maquinista,

     que se inclina sobre mí

     y me susurra en el oído

     que es inocente.

     Me limpia la frente

     y sacude la ceniza

     de mis labios.

     Mi sangre se evapora

     en el aire de la tarde

     y empaña sus anteojos.

     Susurra en mi oído

     los detalles de su existencia,

     tiene esposa

     y un hijo que adora,

     siempre ha sido

     maquinista.

     Sigue hablando

     hasta que un rayo de luz

     nos ilumina,

     se levanta,

     sacude

     su chaqueta

     y echa a correr.

     Los maderos se rompen

     bajo sus botas,

     el aire frío

     y espeso

     en sus mejillas.

     De regreso a casa,

     se sienta en la cocina

     mirando la oscuridad,

     el rostro ruborizado

     sus manos presionadas

     entre las rodillas.

     Me observa, tendido

     e inmóvil

     al lado de los

     rieles

     mientras

     mi abatido aliento

     es arrastrado;

     el campo

     se curva bajo

     las pesadas sábanas

     del viento

     y los pájaros se dispersan

     en el maderamen  de los árboles.

     Sale corriendo

     de la casa,

     carga en sus brazos

     los restos de mi cuerpo

     y me trae de regreso.

     Yazgo en la cama.

     Coloca su cabeza

     al lado de la mía

     y me dice que todo

     estará bien.

     Una pálida luz

     brilla en sus ojos.

     Escucho el viento golpeando

     con fuerza la casa.

     No puedo dormir

     no puedo estar despierto,

     las persianas hacen ruido,

     ha comenzado el fin de mi existencia.






Mark Strand
(1934). Poeta estadounidense.


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