DE «EL CUIDADOR DE REBAÑOS»
II
Mi mirada es nítida como un girasol.
Tengo la costumbre de andar por los caminos
Mirando a derecha e izquierda,
Y de vez en cuando mirando atrás…
Y lo veo a cada momento
Es aquello que nunca antes había visto,
Y yo sé dar mucho por eso…
Sé tener el pasmo esencial
Que tiene una criatura si, al nacer,
Reparase de veras en que nace…
Me siento nacido a cada instante
Para la eterna novedad del Mundo…
Creo en el mundo como en una malquerer,
Porque lo veo. Pero no pienso en él
Porque pensar es no comprender nada…
El mundo no se hizo para pensar en él
(Pensar es estar enfermo de los ojos)
Sino para mirarlo y estar de acuerdo…
Yo no tengo filosofía: tengo sentidos…
Si hablo de la Naturaleza no es porque sepa lo que es,
Sino porque la amo, y la amo por eso,
Porque quien ama nunca sabe lo que ama
Ni sabe por qué ama, ni qué es amar…
Amar es la eterna inocencia,
Y la única inocencia es no pensar…
(Traducción: Rodolfo Alonso)
Fernando Pessoa
(Lisboa, 13 de junio de 1888 — Lisboa, 30 de noviembre de 1935). Poeta
portugués
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