EL RÍO SIEMPRE
III
Estoy solo a orillas del
río
Me visita el terror
secreto de la soledad
Hay un fantasma fijo que
me habita y me habla
Soy cada vez más extraño
a la vida
Soy cada vez más piedra
de la herencia
La ciudad arde bajo un
mereyal sombrío
La ciudad arde en una
esmeralda de mi memoria
Entro a su sol y escucho
su plegaria de granito
El niño que me acompaña
escucha
El gemido nocturno de sus muros
Rociados con sangre de vaca.
Estoy sólo a orillas del
río
Las aves tejen y
entretejen el cielo
Las toninas soplan en los
flancos de la marea
Y en la vieja luz de mis huesos
Tanta mirada perdida
Tanta música desconsolada
Brotando como flechas de la memoria
Estoy desprovisto de
senderos
Llega un caballo
conversando de hojas tiernas
Llega un friso troquelado
en cuero de tambor
Llega un tigre que canta
en lo alto de una mata
Me vuelvo lejos
Como si la historia nos
estuviera soñando
Como si el día fuera sin
término
Ante mí pasa una bala
Pasa la página de un
libro
Pasa un camposanto
Donde van despidiéndose
Del ayer o del mañana
Mis amigos
Pasa una mariposa vestida
de mi rostro
Me siento mal frente a
este hielo
Que se desdibuja
Frente a este humo
Que se deshace y me transforma
Escribo la estrella y
desaparece
Escribo el fantasma y es
mi olvido
Escribo mi nombre
Y el agua pasa por encima
Lavando su tiniebla
El río
El río siempre
De: El río siempre
Luis García Morales
(Ciudad Bolívar, 1929).
Poeta venezolano.
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