SUPE QUE DEBÍAS LLEGAR
¿Por qué has venido a hallarme?
Mira aquí mis largos deseos como estrellas.
Tengo miedo de nombrarte,
de que sólo seas sueño…
Mi cuerpo tiembla todo como luna en el agua.
Y contra mis manos mudas
mi vientre se me huye…
¿Para qué has llegado?
Tanto esperarte linda,
linda y pura…
¡Y ahora tus labios traen esa crudez retinta!
Estos versos son tuyos.
Tu mirada en mis brazos pesa como el amor.
Tu caricia es de cintas
para atarme la trenza…
Sé que vas a matarme,
pero ven a matarme.
Se apagarán también tus ojos
junto con mis gemidos.
Y por la única noche mi cuerpo sin angustia
callará la maroma
de sus cinco vigilias…
De: Entre la luna y los hombres (1961)
María Calcaño
(Maracaibo, 1906-1956). Poeta venezolana
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