LLUVIA OBLICUA
William Turner (1775 – 1851). Pintor inglés. Yacht Approaching the Coast
I
Atraviesa este paisaje mi sueño de un puerto infinito
Y el color de las flores se transparenta en las velas de grandes navíos
Que abandonan el muelle arrastrando en las aguas como sombra
Los bultos al sol de aquellos árboles antiguos…
El puerto que sueño es sombrío y pálido
Y este paisaje está lleno de sol por este lado…
Pero en mi espíritu el sol de este día es puerto sombrío
Y los navíos que salen del puerto son estos árboles al sol…
Doblemente libre, me abandoné paisaje abajo…
El bulto del muelle es el camino nítido y calmo
Que se levanta y se yergue como un muro,
Y los navíos atraviesan los troncos de los árboles
Con una horizontalidad vertical,
Y dejan cae amarras dentro de las hojas…
No sé quién me sueño…
De pronto toda el agua de mar del puerto es transparente
Y veo en el fondo, como una estampa enorme que allí estuviese
desdoblada,
Este paisaje todo, hilera de árbol, camino ardiendo en aquel puerto,
Y la sombra de una nave más antigua que el puerto que pasa
Entre mi sueño del puerto y mi ver este paisaje,
Y llega hasta mis pies, y entra dentro de mí,
Y pasa hasta el otro lado de mi alma…
II
Ilumínase la iglesia por dentro con la lluvia de este día,
Y cada vela que se enciende es más lluvia golpeando en los vidrios…
Me alegra oír la lluvia porque ella es el cuerpo encendido,
Y los vidrios de la iglesia vistos desde fuera son el sonido
de la lluvia oído por dentro…
El resplandor del altar mayor es el yo no poder casi ver los montes
a través de la lluvia que es oro tan solemne en el mantel del altar…
Suena el canto del coro, latín y viento sacudiendo los vidrios
Y se oye chillar al agua a causa de haber coro…
La misa es un automóvil que pasa
A través de los fieles que se arrodillan en hoy ser un día triste…
Súbito viento sacude en esplendor mayor
La fiesta de la catedral y el ruido de la lluvia lo absorbe todo
Hasta oírse sólo la voz del padre agua que se pierde a lo lejos
Con el sonido de ruedas de automóvil …
Y se apagan las luces de la iglesia
En la lluvia que cesa…
III
La Gran Esfinge de Egipto sueña dentro de este papel…
Escribo, y ella se me aparece a través de mi mano transparente
Y al borde del papel se yerguen las pirámides…
Escribo, me perturba ver que el pico de mi pluma
es el perfil del rey Keops…
De pronto me detengo…
Se oscureció todo…Caigo por un abismo hecho de tiempo…
Estoy enterrado bajo las pirámides escribiendo versos a
la luz clara de este candelero
Y todo Egipto me aplasta desde lo alto a través de los
rasgos que trazo con mi pluma…
Oigo a la Esfinge que se ríe por dentro
Del sonido de mi pluma al correr en el papel…
Atraviesa el que yo no pueda verla una mano enorme,
Lo barre todo hacia el borde del techo que queda detrás de mí,
Y sobre el papel donde escribo, entre él y la pluma que escribe
Yace el cadáver del rey Keops, mirándome con ojos muy abiertos,
Y entre nuestras miradas que se cruzan corre el Nilo
Y una alegría de barcos embanderados vaga
En una diagonal difusa
Entre yo y lo que pienso…
¡Funerales del rey Keops en oro viejo y Yo!...
Fernando Pessoa
(Lisboa, 1888 - 1935) Traductor y poeta portugués.
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