jueves, 30 de julio de 2015

H.D. HILDA DOOLITTLE





HELENA

 
Antonio Canova (1757-1822). Pintor y escultor italiano. Helena de Troya.





     Toda Grecia odia

     los ojos quietos en el rostro blanco,

     el lustre que remeda a los olivos

     donde está de pie

     y sus manos blancas.

     Toda Grecia denigra

     el rostro macilento cuando ríe,

     odiándolo aún más profundamente

     cuando se pone pálido y blanco,

     recordando encantamientos del pasado,

     males del pasado.

     Grecia ve sin conmoverse,

     la hija de Dios, nacida del amor,

     la hermosura de sus pies frescos

     y las más suaves rodillas,

     podría incluso amarla

     si tan sólo estuviera tendida,

     ceniza blanca entre cipreses fúnebres.



Traducción: María Negroni y Sophie Black



HELEN


     All Greece hates

     the still eyes in the while face,

     the lustre as of olives

     where she stands,

     and the white hands.

     All Greece reviles

     the wan face when she smiles,

     hating it deeper still

     when it grows wan and white,

     remembering past enchantments

     and past ills.

     Greece sees unmoved,

     God´s daughter, born of love,

     the beauty of cool feet

     and sienderest  knees,

     could love indeed the maid,

     only if she were laid,

     white ash amid funereal cypresses.




De Heliodora, 1924





H.D. (Hilda Doolittle)

HILDA DOOLITTLE  (1886-1961) nació en Betlehem, Pennsylvania, pero pronto escogió el exilio permanente como muchos de su generación. Uno de ellos, Ezra Pound, será su primer amante y mentor, que le da el nombre con el cual es conocida mundialmente: H.D, poeta imaginista. Gran conocedora de la literatura clásica y traductora de Eurípides, es considerada hoy en día como una de las voces mayores de la poesía americana. Sin embargo, no ha sido tomada en cuenta por la cultura hispana y es esta selección de poemas, concentrada alrededor del personaje fascinante de Helena, hija de los dioses, reina de Esparta, símbolo de belleza y motivo y causa de una guerra, una de las escasísimas traducciones de su poesía a nuestra lengua.



viernes, 23 de enero de 2015

OLGA OROZCO


DENSOS VELOS TE CUBREN, POESÍA



Édourd Boubat (1923 - 1999). Fotógrafo francés. Paris, 1970




No es en este volcán que hay debajo de mi lengua falaz donde te busco,
ni en esta espuma azul que hierve y cristaliza en mi cabeza,
sino en esas regiones que cambian de lugar cuando se nombran,
como el secreto yo
y las indescifrables colonias de otro mundo.

Noches y días con los ojos abiertos bajo el insoportable parpadeo del sol,
atisbando en el cielo una señal,
la sombra de un eclipse fulgurante sobre el rostro del tiempo,
una fisura blanca como un tajo de Dios en la muralla del planeta.
Algo con que alumbrar las sílabas dispersas de un código perdido
para poder leer en estas piedras mi costado invisible.

Pero ningún pentecostés de alas ardientes desciende sobre mí.
¡Variaciones del humo,
retazos de tinieblas con máscaras de plomo,
meteoros innominados que me sustraen la visión entre un batir de puertas!

Noches y días fortificada en la clausura de esta piel,
escarbando en la sangre como un topo,
removiendo en los huesos las fundaciones y las lápidas,
en busca de un indicio como de un talismán que me revierta la división y la caída.

¿Dónde fue sepultada la semilla de mi pequeño verbo aún sin formular?
¿En qué Delfos perdido en la corriente
suben como el vapor las voces desasidas que reclaman mi voz para manifestarse?
¿Y cómo asir el signo a la deriva
—ése y no cualquier otro—
en que debe encarnar cada fragmento de este inmenso silencio?

No hay respuesta que estalle como una constelación entre harapos nocturnos.
¡Apenas si fantasmas insondables de las profundidades,
territorios que comunican con pantanos,
astillas de palabras y guijarros que se disuelven en la insoluble nada!

Sin embargo
ahora mismo
o alguna vez
no sé
quién sabe
puede ser
a través de las dobles espesuras que cierran la salida
o acaso suspendida por un error de siglos en la red del instante
creí verte surgir como una isla
quizás como una barca entre las nubes o un castillo en el que alguien canta
o una gruta que avanza tormentosa con todos los sobrenaturales fuegos encendidos.

¡Ah las manos cortadas,
los ojos que encandilan y el oído que atruena!

¡Un puñado de polvo, mis vocablos!




De Mutaciones de la realidad, 1979






Olga Orozco

(1920-1999). Poeta argentina.

jueves, 22 de enero de 2015

EUGENIO MONTEJO


ERÓTICA ANTIGUA


Gustav Klimt (1862-1918). Pintor austriaco. Serpientes acuáticas, II, 1904-07



Repaso un álbum de eróticas imágenes
que datan del tiempo en que mis ojos
se hallaban a leguas de este mundo,
quizá donde se ocultan hoy aquellos cuerpos.
Miro en sus poses los íngrimos desnudos,
muslos y senos voluptuosos,
carnes con el sol dentro, goces, risas,
luna tras la colina de una espalda…
Paso las páginas buscando en cada gesto
la lumbre de un deseo que ya es ceniza.
Están dormidas, rígidas, las horas,
y entre las mariposas bisabuelas
arden las llamas de una ausencia amarilla
que me quema las manos.
En un instante más allá del tiempo
siento que yo también estoy con ellas,
que un sueño al fin confusamente nos reúne.
Puedo palpar sus cuerpos bajo el aire
que llega ahora de otro siglo,
beso los labios y las risas, las sonrisas,
estamos juntos aunque estén ausentes,
sé que se mueven al oír la música,
la magia de estas notas que se elevan
hasta que el álbum cerrado las acalle.



De: Partitura de la cigarra, 1999





Eugenio Montejo
(1938-2008). Poeta venezolano.



martes, 20 de enero de 2015

MARÍA CALCAÑO

TIEMPO CERRADO


Marc Chagall (Vitebsk, 1887-Saint-Paul-de-Vence, 1985). Pintor francés de origen ruso. Los Amantes, 1929.




Cerco tu rostro amado
con mis brazos.
Y huyo por tus ojos y tu boca
saltándote la impaciencia.

Nada tienes de extraño.
¡sólo eres tú!

También estos días
se quedarán sin edad.

Te beso entre los ojos.
¡Toda mi vida se va en este momento!

¿Hasta aquí llegará el mundo?




De: Entre la luna y los hombres (1961)



María Calcaño
(Maracaibo, 1906-1956). Poeta venezolana.