lunes, 30 de abril de 2012

TAIGUI













FERNANDO PESSOA


LLUVIA OBLICUA


 
William Turner (1775 – 1851). Pintor inglés. Yacht Approaching the Coast
                                                                                 

I

Atraviesa este paisaje mi sueño de un puerto infinito
Y el color de las flores se transparenta en las velas de grandes navíos
Que abandonan el muelle arrastrando en las aguas como sombra
Los bultos al sol de aquellos árboles antiguos…

El puerto que sueño es sombrío y pálido
Y este paisaje está lleno de sol por este lado…
Pero en mi espíritu el sol de este día es puerto sombrío
Y los navíos que salen del puerto son estos árboles al sol…

Doblemente libre, me abandoné paisaje abajo…
El bulto del muelle es el camino nítido y calmo
Que se levanta y se yergue como un muro,
Y los navíos atraviesan los troncos de los árboles
Con una horizontalidad vertical,
Y dejan cae amarras dentro de las hojas…
No sé quién me sueño…
De pronto toda el agua de mar del puerto es transparente
Y veo en el fondo, como una estampa enorme que allí estuviese
desdoblada,
Este paisaje todo, hilera de árbol, camino ardiendo en aquel puerto,
Y la sombra de una nave más antigua que el puerto que pasa

Entre mi sueño del puerto y mi ver este paisaje,
Y llega hasta mis pies, y entra dentro de mí,
Y pasa hasta el otro lado de mi alma…          


II

Ilumínase la iglesia por dentro con la lluvia de este día,
Y cada vela que se enciende es más lluvia golpeando en los vidrios…

Me alegra oír la lluvia porque ella es el cuerpo encendido,
Y los vidrios de la iglesia vistos desde fuera son el sonido
de la lluvia oído por dentro…

El resplandor del altar mayor es el yo no poder casi ver los montes
a través de la lluvia que es oro tan solemne en el mantel del altar…

Suena el canto del coro, latín y viento sacudiendo los vidrios
Y se oye chillar al agua a causa de haber coro…

La misa es un automóvil que pasa
A través de los fieles que se arrodillan en hoy ser un día triste…
Súbito viento sacude en esplendor mayor
La fiesta de la catedral y el ruido de la lluvia lo absorbe todo
Hasta oírse sólo la voz del padre agua que se pierde a lo lejos
Con el sonido de ruedas de automóvil …

Y se apagan las luces de la iglesia
En la lluvia que cesa…


III

La Gran Esfinge de Egipto sueña dentro de este papel…
Escribo, y ella se me aparece a través de mi mano transparente
Y al borde del papel se yerguen las pirámides…

Escribo, me perturba ver que el pico de mi pluma
es el perfil del rey Keops…
De pronto me detengo…
Se oscureció todo…Caigo por un abismo hecho de tiempo…
Estoy enterrado bajo las pirámides escribiendo versos a
la luz clara de este candelero
Y todo Egipto me aplasta desde lo alto a través de los
rasgos que trazo con mi pluma…
Oigo a la Esfinge que se ríe por dentro
Del sonido de mi pluma al correr en el papel…
Atraviesa el que yo no pueda verla una mano enorme,
Lo barre todo hacia el borde del techo que queda detrás de mí,
Y sobre el papel donde escribo, entre él y la pluma que escribe
Yace el cadáver del rey Keops, mirándome con ojos muy abiertos,
Y entre nuestras miradas que se cruzan corre el Nilo
Y una alegría de barcos embanderados vaga
En una diagonal difusa
Entre yo y lo que pienso…

¡Funerales del rey Keops en oro viejo y Yo!...


Fernando Pessoa
(Lisboa, 1888 - 1935) Traductor y poeta portugués.

domingo, 29 de abril de 2012

CONSTANTINO CAVAFIS



ÍTACA
Beata Bieniak. Fotografa polaca. Untitled


     Cuando emprendas el viaje hacia Ítaca,
     ruega que sea largo el camino,
     lleno de aventuras, lleno de experiencias.
     A los Lestrigones, a los Cíclopes
     o al fiero Poseidón, nunca temas.
     No encontrarás tales seres en el camino
     si se mantiene elevado tu pensamiento y es exquisita
     la emoción que te toca el espíritu y el cuerpo.
     Ni a los Lestrigones, ni a los Cíclopes,
     ni al feroz Poseidón has de encontrar,
     si no los llevas dentro del corazón,
     si no los pone ante ti tu corazón.

     Ruega que sea largo el camino.
     Que muchas sean las mañanas de verano
     en que –¡con qué placer, con qué alegría!—
     entres en puertos antes nunca vistos.
     Detente en los mercados fenicios
     para comprar finas mercancías,
     madreperla y coral, ámbar y ébano,
     y voluptuosos perfumes de todo tipo,
     tantos perfumes voluptuosos como puedas.
     Ve a muchas ciudades egipcias
     para que aprendas y aprendas de los sabios.

     Siempre en la mente has de tener a Ítaca.
     Llegar allá es tu destino.
     Pero no apresures el viaje.
     Es mejor que dure muchos años
     y que ya viejo llegues a la isla,
     rico de todo lo que hayas ganado en el camino,
     sin esperar que Ítaca te dé riquezas.

     Ítaca te ha dado el bello viaje.
     Sin ella no habrías emprendido el camino.
     No tiene otras cosas que darte ya.

     Y si la encuentras pobre, Ítaca no te ha engañado.
     Sabio como te has vuelto, con tantas experiencias,
     habrás comprendido lo que significan las Ítacas.



Traducción: Francisco Rivera



 
Constantino Cavafis
(Κωνσταντίνος Πέτρου Καβάφης)
(Alejandría, Egipto; 29 de abril de 1863 – 29 de abril de 1933). Poeta griego.

GABRIEL MANTILLA CHAPARRO



CANCIÓN POR UNA VIDA JUSTA

Julia Margaret Cameron (1815 - 1879). Fotógrafa inglesa. Ángel


Dadnos Señor, la oportunidad de ser saludables, felices y prósperos, a nosotros, que venimos de la soledad, el miedo, la violencia, la exclusión, el riesgo y la pobreza. Y también a aquellos que desde generaciones, con verdadero esfuerzo y superando los avatares de la historia, lucharon por construir el destino y el nido en que podrían protegerse sus descendientes, incluso aquellos a quienes nunca alcanzarían a ver. No aspiramos a alcanzar el rango de los saciados, los soberbios o los indispensables, pero sí protégenos con tu infinito poder, ese que ha derrumbado monarcas y reinos, para que podamos cubrir adecuada y gratamente nuestras necesidades y disfrutar el don de la vida durante un período en que la salud sea suficiente para mantenernos dispuestos a ayudar también a los desvalidos que nos has encomendado como prójimo. Con servicio y vocación prometemos realizarnos ya que sólo ayer dejamos de ser unos adolescentes confusos y llenos de miedo, pero siempre inspirados por el deseo de asistir a las grandes batallas de la vida tan pronto la trompeta de tus ángeles nos llamaran. Tú conoces nuestras almas y nuestro corazón. Perdona nuestros errores que nunca han sido movidos por la maldad y el ultraje sino producto de nuestro impulso hacia la vida que nos diste. Protege también a nuestros amigos, a todos nuestros familiares que en el río del destino se han marchado a rumbos desconocidos y morirán un día lejos de nosotros. Ilumina a los hombres que dirigen la Patria o aspiran a dirigirla, para que todos podamos usar nuestro talento acorde a las oportunidades que tu amor ofrezca, evítanos el dolor inmerecido y permítenos vivir lo suficiente para enseñar a vivir a quienes hoy crecen en las generaciones que asumirán las grandes tareas del futuro que allí asoma; a nuestros hijos, nietos, primos, sobrinos, amigos. Sólo eso pedimos Señor, a ti que eres infinitamente hermoso, omnipotente y justo. Amén.


Gabriel Mantilla Chaparro
(Cali, 1954). Poeta venezolano.

ROBERTO JUARROZ



7

Hannah Eckmann. Fotógrafa estadounidense. Mirror



El ojo de la soledad
vigila al amor.

El amor no debería ser vigilado,
pero a veces devasta lo que ama,
asuela lo que no ama
o se destruye a sí mismo.

El amor siempre ha sido un peligro para el hombre,
quizá también para los dioses.
El amor necesita vigilancia.
Hasta la flor necesita vigilancia.

Y sólo la soledad inquebrantable
que se afinca en nosotros como un duro vigía
puede salvarnos de esas furias
mientras custodia sus abismos.

Además ese ojo de concentrada soledad
¿no es también otra especie de amor,
su forma más recatada y cierta?


De Decimocuarta Poesía Vertical (1994)


Roberto Juarroz
(1925 – 1995). Poeta argentino

ABRAHAM SALLOUN BITAR





Fernand Hick. Fotógrafo belga. She is late


Sólo existe el encuentro no buscado. Aparece de pronto, brumoso en la imagen, traído por una memoria leve, oculto en su ficticio aroma de rosa y ceniza.

Quizá habría que decir reaparece, fatigando al instante cuyo recuerdo reposa en la anfibia animalidad del reflejo. El ojo, por eso, sucede como noche sin luz: apenas luciérnaga levitando su humor sobre las sombras del calendario.

Después, una húmeda y temblorosa mano distingue, en el aire, el círculo que signa la despedida.


De: Entre el día y el sur


 
Abraham Salloum Bitar
(Ayoun El Wadi, Siria, 1953-Ciudad Bolivar. 2005) Poeta sirio-venezolano. 




sábado, 28 de abril de 2012

CARLOS SAHAGÚN



VÍSPERA


Marc Chagall (1887 – 1985). Pintor francés de origen ruso. El violinista, 1947



Un solo de violín anuncia en el crepúsculo
la estación de las lluvias
y no hay memoria que recoja
la claridad de este último relámpago:
directamente en el olvido
caen las palabras, se diluye en brumas
la evidencia del agua en tus cabellos
y ya el espacio es una red de sombras.

Mañana no sabré dónde estoy.

Varado en el umbral de un mar sin nombre,
prisionero de qué ventana,
no veré ya las naves fascinantes
que zarparon contigo.
Fuera del tiempo, en el confín sonoro,
tras el vacío del embarcadero,
oiré el desorden de la noche hundiéndose
más allá, entre los mástiles lejanos.

(Inédito)


Carlos Sahagún
Onil, Alicante, 4 de junio de 1938. Poeta español.