Espacio y tiempo para la poesía y el arte, un blog de Elizabeth Conte Chassin-Trubert
domingo, 25 de enero de 2015
viernes, 23 de enero de 2015
OLGA OROZCO
DENSOS VELOS TE CUBREN, POESÍA
No
es en este volcán que hay debajo de mi lengua falaz donde te busco,
ni
en esta espuma azul que hierve y cristaliza en mi cabeza,
sino
en esas regiones que cambian de lugar cuando se nombran,
como
el secreto yo
y
las indescifrables colonias de otro mundo.
Noches
y días con los ojos abiertos bajo el insoportable parpadeo del sol,
atisbando
en el cielo una señal,
la
sombra de un eclipse fulgurante sobre el rostro del tiempo,
una
fisura blanca como un tajo de Dios en la muralla del planeta.
Algo
con que alumbrar las sílabas dispersas de un código perdido
para
poder leer en estas piedras mi costado invisible.
Pero
ningún pentecostés de alas ardientes desciende sobre mí.
¡Variaciones
del humo,
retazos
de tinieblas con máscaras de plomo,
meteoros
innominados que me sustraen la visión entre un batir de puertas!
Noches
y días fortificada en la clausura de esta piel,
escarbando
en la sangre como un topo,
removiendo
en los huesos las fundaciones y las lápidas,
en
busca de un indicio como de un talismán que me revierta la división y la caída.
¿Dónde
fue sepultada la semilla de mi pequeño verbo aún sin formular?
¿En
qué Delfos perdido en la corriente
suben
como el vapor las voces desasidas que reclaman mi voz para manifestarse?
¿Y
cómo asir el signo a la deriva
—ése
y no cualquier otro—
en
que debe encarnar cada fragmento de este inmenso silencio?
No
hay respuesta que estalle como una constelación entre harapos nocturnos.
¡Apenas
si fantasmas insondables de las profundidades,
territorios
que comunican con pantanos,
astillas
de palabras y guijarros que se disuelven en la insoluble nada!
Sin
embargo
ahora
mismo
o
alguna vez
no
sé
quién
sabe
puede
ser
a
través de las dobles espesuras que cierran la salida
o
acaso suspendida por un error de siglos en la red del instante
creí
verte surgir como una isla
quizás
como una barca entre las nubes o un castillo en el que alguien canta
o
una gruta que avanza tormentosa con todos los sobrenaturales fuegos encendidos.
¡Ah
las manos cortadas,
los
ojos que encandilan y el oído que atruena!
¡Un
puñado de polvo, mis vocablos!
De Mutaciones de la realidad, 1979
Olga Orozco
(1920-1999). Poeta
argentina.
jueves, 22 de enero de 2015
EUGENIO MONTEJO
ERÓTICA
ANTIGUA
Gustav Klimt (1862-1918). Pintor austriaco. Serpientes acuáticas, II, 1904-07 |
Repaso un álbum de eróticas imágenes
que datan del tiempo en que mis ojos
se hallaban a leguas de este mundo,
quizá donde se ocultan hoy aquellos cuerpos.
Miro en sus poses los íngrimos desnudos,
muslos y senos voluptuosos,
carnes con el sol dentro, goces, risas,
luna tras la colina de una espalda…
Paso las páginas buscando en cada gesto
la lumbre de un deseo que ya es ceniza.
Están dormidas, rígidas, las horas,
y entre las mariposas bisabuelas
arden las llamas de una ausencia amarilla
que me quema las manos.
En un instante más allá del tiempo
siento que yo también estoy con ellas,
que un sueño al fin confusamente nos reúne.
Puedo palpar sus cuerpos bajo el aire
que llega ahora de otro siglo,
beso los labios y las risas, las sonrisas,
estamos juntos aunque estén ausentes,
sé que se mueven al oír la música,
la magia de estas notas que se elevan
hasta que el álbum cerrado las acalle.
De: Partitura de la cigarra,
1999
Eugenio Montejo
(1938-2008). Poeta venezolano.
martes, 20 de enero de 2015
MARÍA CALCAÑO
TIEMPO
CERRADO
Marc Chagall (Vitebsk, 1887-Saint-Paul-de-Vence, 1985). Pintor francés de origen ruso. Los Amantes, 1929. |
Cerco tu rostro amado
con mis brazos.
Y huyo por tus ojos y tu boca
saltándote la impaciencia.
Nada tienes de extraño.
Tú
¡sólo eres tú!
También estos días
se quedarán sin edad.
Te beso entre los ojos.
¡Toda mi vida se va en este momento!
¿Hasta aquí llegará el mundo?
De: Entre la luna y los hombres (1961)
María Calcaño
(Maracaibo,
1906-1956). Poeta venezolana.
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