OH, ALMA ERRANTE EN EL BOSQUE
Mercedes Ascanio. Poeta y artista venezolana. 2010
Todo mi ser dormía en la celeste morada de los estanques
como si en mí los días movieran un jardín encantado,
y veía pasar las aldeas hacia un atardecer de olvido
en un silencio de lirios y de ríos.
Tenía el secreto de que la alondra lleva en su corazón al día
y que en su canto de cielo alguien puede llorar.
Comprendí que el mundo todo era un secreto:
un maravilloso y dolorido secreto,
en que todo puede cesar con el vuelo de una estrella.
Silencioso me hice como un viejo jardín lleno de sombras,
y vi que los aires sangraban por la espina de la rosa,
y el dolor se miraba en las fuentes dormidas,
cuando los días pasaban bañando de lágrimas los rostros.
Oí cantar los pastores y les vi caer en el día
bajo los astros que la noche abandona.
Oí el gemido de los niños rotos como nardos,
vi la muerte callada como árboles talados,
mientras los días pasaban bañando de lágrimas los rostros.
Y mucho más comprendí, inundándome de sombras
hacia mi bosque de sueños adulto de rumores,
como un amor que se engendra entre la tierra y el cielo,
y mi corazón se hizo entonces del tamaño del mundo.
Fui el perseguido, el abandonado, el tremendo,
y sobre mi cuerpo cayeron los árboles robustos,
pesados, como tormentas, de inviernos y de estíos.
Pero alguien aún me llama desde la primavera...
Vicente Gerbasi
Canoabo, 1913 - Caracas, 1992. Poeta y ensayista venezolano