viernes, 25 de octubre de 2013

PEDRO FRANCISCO LIZARDO



LOS SILENCIOS SÚBITOS

 
Julio Romero de Torres (1874 - 1930). Pintor español.




     De la herida
     manaba cristalina presencia,
     oveja y música a un tiempo
     en la cárdena mano del olvido.

     Olía a campo domeñado y verde.
     A viejo campanario melancólico
     rodeado de blanquísimas doncellas
     en danza y brisa conmovidas.

     Era como si de pronto el bosque todo
     comenzara a vibrar y despertara sus ecos pastoriles.
     Se estremecía la luz. Y la carne violeta
     de la tarde desbordaba su natural dominio.

     Todo estaba allí como esa lámpara
     que llena de nostalgia las paredes
     mientras la sombra crece como un hongo.
     Todo, sollozo fulgurante
     y mar agónico de verdes puñaladas.

     Al fondo, sonaba la tarde
     y olía a pan conquistado
     y doloroso. A intimidad tremante
     resplandeciendo en la mano del hombre.

     La despedida cabía en el puño de la mano.

     Y no era necesario mirarse a los ojos
     para saber que estábamos ciegos de amor
     y enamorados, en un afán de súbitos
     impresionantes silencios.
     Oh almas comunicantes
     ceñidas por el tiempo y la distancia
     en reverberente condición humana.




De: Los círculos del hombre, 1959





Pedro Francisco Lizardo
(Bejuma, Carabobo, 1920-2001). Poeta venezolano.

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