martes, 7 de mayo de 2013

ARNALDO ACOSTA BELLO

MAR AMARGO

 
Hippolyte Flandrin (1809 – 1864). Pintor francés. Joven desnudo sentado a orillas del mar, 1836


Caer hondo y subir
hasta lograr el vuelo
ensueño de un alto suspiro
por ti (nunca volverás)
costumbre arcana, pasa y dile al olvido
que una vez fue apuro y ebriedad,
canción mía, duerme entre espinas,
en adelante tendrás la frente
de los mal amados, bosque solo,
viva herida, repasa el cielo y muere,
cerca de la costilla tienes luz
aproxima la cara a un fuego oculto
vuelve la mirada, toca la rodilla
fresca de perdón tendrás amor
no hay mar más amargo que la vida.



POR TI

 
Alexandre De Riquer i Ynglada   (1856-1920). Pintor catalán. Viviana al bosc encantat


Andando en el monte
donde el pie de la sota
juntó copas y bastos
tristezas, alegrías
oros, espadas
ramas en ciernes
la lengua abrió caminos
a canciones que venían de la noche.
Hay nombres claros como las olas
barcos que mueven aguas
hacia la rueda del amor.
Un color que no pasa del río
desde la verde orilla dice adiós,
las manos o los ojos tratan de escoger
la mejor estación, el tiempo
en recto vuelo deja polvo entre los pies
de niño lo aprendí, hoy lo olvidé.
Escucha: por ti esta canción vuela
por tí se llenan las arterias
las gotas de agua corren sobre las piedras
dan su vida por ti.


DE LA MÚSICA


 
Amedeo Clemente Modigliani (1884 - 1920). Pintor italiano. El violonchelista.


Cuál da más hermosura,
la primera, o la que
arrastrando misterios
penetra el mundo frío
como el cello    
que aun en la oscuridad
vuelve al cansado arco
no por el aplauso, sino
por la música, que,
segura y sola, mezcla vidrios
del Nilo, ásperas manzanas de
Asiria, toca los ojos
con la piedra donde el ibis
posó su atavío, su máxima
virtud es tenernos en vela
mientras la sangre
como un liviano amante
llega al fondo de lodo.
En la fosa de lirios
los siglos cubren
con un velo dorado
la boca estremecida
por el último beso.


VACÍO


 
Elena Soto. Pintora española. Noche de lluvia

Circundada de lluvia
con árboles en los dedos
blancos anillos de felicidad,
la noche muestra todos los rumbos
y yo, sin escoger ninguno,
termino mi cigarro, cierro
la única puerta, vuelvo al vacío.

                         

De: Mar Amargo

 


Arnaldo Acosta Bello
(Camaguán, 1931 - Barquisimeto, 1996) Poeta venezolano.

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