ORACIONES PARA EL NOVIO
MUERTO
EL CIRIO
que encendí para ti, de la llama
temblor en el lenguaje con el aire alterna
y agua gotea del ojo; tu polvo llama
claro desde la tumba a la vida eterna.
Oh en la alcoba de pobreza la alta cita,
si yo los elementos supiera descifrar;
a ti indican, pues todo siempre incita
hacia ti; yo no puedo hacer sino llorar.
¡NOCHE, consuelo mío, yo he perdido a mi
amado!
Sol, tu faz mañana y tarde lleva su sangre
amante.
Oh Dios mío, si en la tierra un niño ha
brotado,
no dejes romper su corazón ante el sol
sangrante.
¿Asesino, qué polvo de tumba horrible te
ha vestido?
De una estrella mal hechizada lo llevó un
viento,
nieve de muertos sobre enjambre hacia
Dios, sufrido,
asesino, de tus manos crece un poste de
tormento.
Por eso no sentiste al matar el temblor del amor,
cuando por última vez de tantos besos te
oreara,
así la destruida de Job, no tuvo respuesta
al dolor,
que a ti hacia Él de nuevo, hacia Él, te
inundara.
PERO TAL VEZ Dios la
añoranza necesita, dónde entonces si no quedaría ella,
que a los espacios
secretos del aire besos, lágrimas, gemidos pone dentro;
tal vez es la tierra
invisible donde crecen las raíces ardientes de las estrellas
y la voz de rayos sobre
los campos de la separación que llama al [reencuentro.
Oh, amado mío, tal vez
nuestro amor en el cielo de la añoranza a luz
[mundos ya ha dado;
¿construye una cuna
para la vida y la muerte hacia adentro y afuera
[ como nuestro aliento?
Granos de arena,
oscuros ante el adiós y perdidos en el áureo
[secreto de nacimientos
somos los dos y tal vez
ya de venideras estrellas, lunas y soles
[circumflameados.
De: En las moradas de la muerte (1947)
Nelly Sachs
Nelly Sachs nace el 10
de diciembre de 1891 en Berlín, de una familia judía asimilada. En 1929 publica
sus primeros poemas, de inspiración romántica. En 1940 consigue huir a Suecia
con su madre, estableciéndose en Estocolmo. Siempre llevando una existencia muy
precaria, desarrollará en el exilio su labor poética de madurez, un lamento y una
acusación que brotan del padecimiento del pueblo judío. Con Nelly Sachs escapó
también la lengua alemana, recibió protección, reconvaleció y brotó de nuevo,
naciendo a nuevas experiencias.
Sólo a finales de los años cincuenta, tras
un pertinaz aislamiento, su poesía empieza a ser publicada y leída. Vendrá
después el reconocimiento, entre otros, el premio Droste de Meersburgo (1960),
el premio de la Paz de la Asociación de Libreros y Editores alemanes (1965) y,
finalmente , el premio Nobel (1966).
Muere el 12 de mayo de
1970 en Estocolmo.
(Tomado de: Nelly
Sachs. Viaje a la transparencia. Obra poética completa. Editorial Trotta).
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