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Mis
voces o tu nombre,
la
iniciación del sitio donde debemos apartarnos.
¿Cuál
de los días alimentó el comienzo de las ruinas?
Te
aguardaba entre piedras y vientos
que
recuerdan tu historia envejecida.
Nuestra
voz era polvo.
Todo y
nada tuvimos a la hora de hallarnos.
Comenzaba en las ruinas el transitorio curso de los nombres.
Acudimos al hoy diciendo adiós a la palabra.
Abismo
en la supuesta y lenta sonrisa de la noche.
No
éramos nada.
En cada
uno de nosotros el estupor del grito,
la
ceniza que resta de las horas.
Ya no
es el tiempo de recorrer tu nombre en el otoño.
Somos
las manos enterradas.
Aquí
algo toca los libros y arroja nuestra historia.
Nunca
llegamos
nunca
estuvimos detrás de esos despojos que se arrastran.
La hora
del amor estremecía su muerte.
De: Semejante al principio
Víctor Salazar
(Barcelona,
Anzoátegui, 1940 - Cabimas, Zulia, 1983). Poeta venezolano
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