ELOGIO DE ESTA VERDAD
IRREMEDIABLE
Era verdad, amor, tu paso lento
hundiéndose de prisa en la espesura
del barro claro y fresco de mis años.
Nos miraban los ojos del silencio.
(Siento en los míos desvestirse un ángel
de llanto que me turba las pestañas.)
Era verdad, amor, mi boca húmeda
contando los minutos, los fugaces
viajes nocturnos al país de tu alma.
Estuve en el concierto de tus sueños
velándolos por siempre, como lámpara
erguidamente pálida y distante.
Dormí tu corazón con inocencia
en esa almohada-luz del pensamiento,
cuando ausente llenabas mi nostalgia.
Fui rosa por tu aliento dibujada.
Inédita ansiedad de tu presencia
Muñeca de papel, caricia, lágrima.
Fui llama—en soplo de violenta brisa—
hundida en ese cauce de tu fuego
que va desde el color a la palabra.
¡Era verdad, amor, tu lenta prisa!
De: Color de tu Recuerdo
Lucila Velásquez
(1928-2009). Poeta venezolana
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