LA CICATRIZ EN EL
ESPEJO
Empotrado en la noche de la alcoba,
el espejo
tiene la lucidez de los oráculos.
Sobre la superficie de su luna
la muchacha desnuda
va escribiendo los signos del deseo.
Abre a sus aguas duras los muslos, y en la sombra
del reflejo se busca, sorprendida.
Sobre el seno, como un pequeño oprobio,
brilla una cicatriz. Y pareciera
que en su mórbida carne adolescente
la muerte hubiera dado su primer dentellada.
Piedad Bonnett
(1951). Poeta colombiana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario