Espacio y tiempo para la poesía y el arte, un blog de Elizabeth Conte Chassin-Trubert
viernes, 30 de septiembre de 2011
PAUL VERLAINE
SOLES PONIENTES
Vincent Van Gogh (1853 - 1890). Pintor holandés. Alameda a la puesta de sol
Un alba debilitada
va derramando en los
campos
la tenue melancolía
de este sol en el ocaso.
Viene la melancolía,
y acuna con dulces cantos
mi corazón, que se duerme
con este sol del ocaso.
Como soles en las playas,
desfilan sueños extraños,
que llenan el horizonte
de fantasmas encarnados.
Vienen sueños
melancólicos,
y desfilan sin descanso,
igual que los grandes
soles
ponientes, en el ocaso.
Paul
Verlaine
(1844-1896).
Poeta francés
jueves, 29 de septiembre de 2011
WILLIAM SHAKESPEARE
SONETO XXIX
André Louis Derain (1880 - 1954). Pintor francés. Paisaje Triste
Cuando ya solo y en desgracia
con los hombres
me lamento a solas de mi
triste sino,
y turbo con mis vanas
quejas a un cielo sordo a ellas,
y me enfrento conmigo
mismo y maldigo a mi hado;
cuando deseo parecerme al
más rico en esperanzas
y tener un rostro como el
suyo, y su talento,
con lo cual me siento
insatisfecho
de todo aquello que me
procura más gozo;
entonces, cuando casi me
desprecio a mí mismo,
logro pensar en ti y mi
alma, dichosa
como la alondra al volar
sobre la triste tierra,
comienza a entonar himnos
en las puertas del cielo.
Porque el recuerdo de tu
amor me otorga tanta riqueza
que no cambiaría mi
condición con la de ningún rey.
(Traducción:
Enrique
Sordo)
SONNET XXIX
When
in disgrace with fortune and men's eyes
I
all alone beweep my outcast state,
And
trouble deaf heaven with my bootless cries,
And
look upon myself, and curse my fate,
Wishing
me like to one more rich in hope,
Featured
like him, like him with friends possessed,
Desiring
this man's art, and that man's scope,
With
what I most enjoy contented least;
Yet
in these thoughts my self almost despising,
Haply
I think on thee, and then my state,
Like
to the lark at break of day arising
From
sullen earth, sings hymns at heaven's gate;
For
thy sweet love remembered such wealth brings
That
then I scorn to change my state with kings.
William
Shakespeare
(1564
– 1616). Poeta, dramaturgo y actor inglés.
IDA GRAMCKO
PAISAJE AL FONDO DE UN ESPEJO
Jesús Navarro (1952). Pintor español. Espejo y mar |
Estaba exhausta del
paisaje eterno:
el mar, una cigarra, una
columna,
yo, asomada a las aguas
del espejo.
(La cornucopia era una
crencha rubia).
Mirándome la frente y el
pañuelo
en ascención a las
pupilas húmedas
por la trémula escala de
los dedos;
mirándome en la luna,
en el claro de luna del
espejo.
A su charco avancé, clara
y desnuda.
Alrededor hallé el
paisaje eterno:
el mar, una cigarra, una
columna…
Oí la voz del mar en el
silencio;
la voz de la cigarra en
la penumbra;
enlacé la columna con mi
cuerpo
y al fondo del espejo vi
una ruta,
los árboles y el cielo.
Era un jardín no visitado
nunca.
Vi estatuas maceradas
cuyos senos
caían a la yerba como
frutas,
vi fugaces destellos
de fuentes moribundas,
y una flor columpiada por
el viento
volaba en el cristal
ajada y mustia.
Oí la voz del mar en el
silencio:
El jardín se derrumba...
Sé amarán las estatuas,
los espectros
de mármol que se ocultan
a la sombra de un pino o
en el denso
caracol de una gruta.
Se amarán las estatuas y
sus besos
serán huecos sonidos en
la tumba
de sus cuerpos sin vida,
de los miembros
que en lápida marmórea
los sepultan.
Caerá el amor sobre la
piedra, muerto.—
Y me habló la cigarra en
la penumbra:
—La salvación es el
viviente gesto
que se alza de tu ser
como una lluvia.
¡Riegue tu surtidor el
campo yermo!
El jardín se derrumba…
Te preparan las hojas
blando lecho.
¡Abandona la rígida
columna!
Cruza el radiante y
virginal sendero,
toca la misteriosa
cerradura.—
Me encaminé al espejo,
llamé a las puertas de
cristal; rotunda
pronuncié mi palabra de
consuelo.
El mar sonó a lo lejos...
mas ninguna
voz respondió a mi
acento.
Volví a tocar... llamé al
amor de nuevo;
pero las puertas
continuaron mudas.
Ni resonancia ni eco
callaron mi pregunta.
Y llamé largo tiempo...
Y me enlacé al espejo con
angustia.
Hubo tormento
y lucha
hasta que un brusco y
singular estruendo
llenó la mansa alcoba de
iracundia.
Vi descender, agónico, el
espejo
y le tendí mis dedos como
brújula.
Pero el naufragio se
cumplió. Fragmentos
de paisajes clavados en.
mis uñas
miré y aún miro en el
temblor sangriento
de mis manos convulsas:
un hilo de agua, un
pedestal desierto
en que una estatua
levantó su espuma,
y una flor azotada por el
viento
que en una arista de
cristal se mustia.
Mientras el mar suspira
en el silencio
y llora la cigarra en la
penumbra.
De: La vara mágica, 1948
Ida Gramcko
(1924 – 1994). Poeta
venezolana
miércoles, 28 de septiembre de 2011
PABLO, EL SECRETARIO
LA HERMOSURA AMADA
Ni la rosa es precisa en tus adornos,
Ni a ti el bordado velo, ni las cintas
De diamantes cubiertas. Menos blancas
Que tu cutis, las perlas son más lindas,
Y el oro no acrecienta los encantos
De tus sueltos cabellos que se agitan.
El índico Jacinto arroja un fuego
Sombrío, abrasador, que extraño brilla,
Pero es menos rico y no es ardiente
Como aquel que destellan tus pupilas.
Tus frescos labios, tu divino talle,
Su poder en sí tienen; se adivina
Que el hermoso cinturón de Venus
Atesoras también. El alma mía
Se siente anonadada ante el conjunto
De tu belleza tanta; me reaniman
Tus ojos, porque en ellos la esperanza,
La esperanza tan dulce, al fin se anida.
PABLO EL SECRETARIO
(Floreció en el siglo VI de la era cristiana)
(Traducción: Ángel Lasso de la Vega)
Tomado de Antiguos poetas en lengua griega.
martes, 27 de septiembre de 2011
lunes, 26 de septiembre de 2011
WILLIAM BUTLER YEATS
LA ROSA SECRETA
Lejana, muy secreta, inviolada Rosa,
estréchame en mi hora de las horas;
y quienes te buscaron en el Santo Sepulcro
o en el tonel de vino, moraron más allá
de los tumultos de sueños derrotados; y profundos,
entre párpados grises muy pesados de sueño,
los hombres han nombrado la belleza. Tus grandes hojas muestran
las barbas antiguas de los coronados Reyes Magos,
sus yelmos de rubí y oro; rey cuyos ojos contemplara
las Manos Traspasadas en la Cruz elevarse
en druídicos vapores, y las teas apagarse,
hasta que e! vano frenesí lo despertara y muriera.
Y aquel que halló a Fand caminando entre llamas de rocío,
junto a una costa gris que el viento no soplaba
y perdió mundo y Emer por un beso.
Y el que llevó los dioses fuera de los muros
y se entregó al festín hasta que cien rojas albas
contemplara y llorara los túmulo s de sus muertos.
El rey altivo y soñador que penas y coronas arrojara
y al bufón y al poeta convocando,
morara en hondos bosques con los errantes manchados de vino.
Y el que vendió labranza, casa y bienes
y buscó en mar y tierra por años incontables,
y al final encontró, entre risas y llanto
mujer tan radiante en su belleza
que los hombres trillaban el cereal hasta la noche
por un rizo robado, por un pequeño rizo.
Y yo también aguardo ese momento:
las grandes tempestades de tu amor, de tu odio.
¿Cuándo se arrojarán las estrellas del cielo
y como chispas de herrería morirán?
¿Ciertamente, ha llegado tu hora, tus tempestades soplan,
lejana, muy secreta, inviolada Rosa?
Versión de Enrique Caracciolo Trejo
THE SECRET ROSET
FAR-OFF, most secret, and inviolate Rose,
Enfold me in my hour of hours; where those
Who sought thee in the Holy Sepulchre,
Or in the wine-vat, dwell beyond the stir
And tumult of defeated dreams; and deep
Among pale eyelids, heavy with the sleep
Men have named beauty. Thy great leaves enfold
The ancient beards, the helms of ruby and gold
Of the crowned Magi; and the king whose eyes
Saw the pierced Hands and Rood of elder rise
In Druid vapour and make the torches dim;
Till vain frenzy awoke and he died; and him
Who met Fand walking among flaming dew
By a grey shore where the wind never blew,
And lost the world and Emer for a kiss;
And him who drove the gods out of their liss,
And till a hundred moms had flowered red
Feasted, and wept the barrows of his dead;
And the proud dreaming king who flung the crown
And sorrow away, and calling bard and clown
Dwelt among wine-stained wanderers in deep woods:
And him who sold tillage, and house, and goods,
And sought through lands and islands numberless years,
Until he found, with laughter and with tears,
A woman of so shining loveliness
That men threshed corn at midnight by a tress,
A little stolen tress. I, too, await
The hour of thy great wind of love and hate.
When shall the stars be blown about the sky,
Like the sparks blown out of a smithy, and die?
Surely thine hour has come, thy great wind blows,
Far-off, most secret, and inviolate Rose?
W. B. Yeats
Poeta irlandés ( 1865 – 1839)
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