lunes, 19 de marzo de 2012

HUMBERTO DÍAZ-CASANUEVA



LA PUERTA INTERMINABLE


Jerry Uelsmann (1934). Fotógrafo estadounidense. Untitled, 1976






Te persignas con leche pura
Tu seno ebrio
Absorto en la bella oscuridad


No me dejes pactando con mis
Postrimerías


A mi lado un L e ó n
Bronceándose en los ojos
Mientras
Cuelga mi pálida carne asesinada


Sin embargo
Veo la unanimidad de lo creado
Escucho
Mi parentesco con una lejana raza de
Truenos


Doy hachazos en las osamentas
Es un acto de sangre
Mi sombra está hecha de besos
Susurrados


No te gusto
No quieres pecar con mi sombra


Te acostarás con un Príncipe
De andrajos de oro


Un alegre bebedor de rocío


Me recluirás como a un loco
Que pelotea
Una luna de fuego
Estoy violando una luz divina


Amontónanse
Palomas muertas sobre la mesa


Sin ti
Resbalo en mi sangre
Pantanosa


Abro mi alma
Como un atril de piedra
Sobre un coro de M á s c a r a s


Ay


Delirio de ser sin ser jamás
Sino perdiéndome en el voraz
Olvido


Ven
Si pudieras quedarte hasta el fin
Hasta el blanco de mis ojos


Me calma
Sentirte en la cocina
Hirviendo hojas


De pronto
Cae una taza al suelo
La casa da un sonido
Como de luna partida


Oh
Esparce tus ecos mortales
Atrévete
A franquear la sorda inmensidad


Caen pájaros como astillas
Llameantes de la sombra


¿A quién respondo cantando?
¿Quién no es nadie y sin embargo
Acaricia en mi cuerpo dormido
Las rígidas escamas?


En nadie yo discierno el duelo
De otro origen
El furor de ser puramente interior


Dame de comer algo
Un pan de carne
Un trozo de fuego dulce
Una manzana echando espuma


Bailemos
Un vals huracanado


Mi rostro
Es una desolladura de la tierra


Mis piernas
Tienen flexiones de langosta


Mañana estaremos lejos  lejos
Citados
Por temblorosas estrellas


La carne
D e l g a d í s i m a
Como la membrana de un misterioso
Silencio


La vida pasa  pasa
Y nada en ella prueba
Que yo le he pertenecido


La vida pasa    pasa
Mi cuerpo
Es un remolino de tiempo oscuro


Me salen cenizas  t o r n a s o l e s


Esto me sucede
Por descargar un golpe de infinito
Sobre una vida tan breve


Me rajan la piel    me llenan
De hierro los ojos
Me enroscan al Árbol de las Fiebres


En ti
Sólo en ti
La sagrada inminencia de la
Tierra


En ti
Todo está a punto de ser y de no
Ser


Eres
La    i n t i m i d a d   del universo


Cada cosa se abre
Como la entrada a una estrella


Séame concedida
La celebración de todo lo posible


El espejo comienza a dar
Latidos



Hay risas    risas
Como quebraduras de varillas


Contra mí se frotan
Los tigres extasiados


Te desprendo lentamente los párpados
Hasta verte
Lunas de día
Es una operación muy delicada


Es como desmontar una
Lámpara


Tomo el café en que una perla se
Deshace
Escucho el paso de los trenes


Hundo mi rostro en un periódico
Compuesto
De grandes monosílabos


Sale el Sol
Salen los perforadores del Sol


Los mestizos del Sol y de la
Tierra


Sol de mis sombras
Sol que agito
Incensando
Un eterno comienzo


Todos se echarán por tierra
Todo sacerdote
Flotará de espaldas


Todos sabrán
De una aterrada maravilla
Que surgió
De la Abominación y del Conjuro


Mujer
Hasta aquí he llegado
Hasta la puerta inacabable
En que clavo mis manos


Tráeme una flauta unos pitos
Una copa llena de serpiente


Salgo a la calle con la cara
Enharinada


Con mi locura mansa
Con mi cola de flechas deslumbrantes


Inventando
La extremidad inteligible de mi
Cautiverio


Derrochando cielo pulverizado


Enrojecióse mi soledad
El dedo de la serpiente escribe
Otras leyes
Otros clavos cubren la tierra


Vamos
Vamos juntos a la gran Conmoción


Canto
Como si goteara mi sangre
Sobre una encadenada primavera


La noche se abre y brilla la
Secreta Semejanza
Brilla
El ojo dorado de mi sombra


Ser
Es una ceremonia incesante



 De: SOL DE LENGUAS  (1970)



 
Humberto Díaz-Casanueva
(Santiago, 1906 – 1992). Poeta, diplomático y educador chileno.
Premio Nacional de Literatura, 1971.


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