A veces la vida
se nos vuelve honda vasija
de tanta lágrima
que cae.
Un mar que todos
quieren navegar,
ignorando los
peligros,
soltamos las
anclas
y nos vamos sin
saber adónde.
Mientras, en la
sombra
duermen nuestros
miedos.
A veces florece
una rosa
Y entre las hojas
amarillas del otoño,
vuelan las
gaviotas del mañana.
El tiempo
cauteloso esconde sus montañas
entre los árboles
ausentes.
A veces, la vida
es la orilla donde llegan
los barcos del
deseo.
Cómo cruje la
madera
muriendo de
viejos recuerdos.
La vida se
zambulle en
en el seno del
olvido.
Inédito
María de Lourdes Hernández de Martín
(Maracaibo, 1947). Poeta venezolana
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