EL VIAJE
En la estación de
metro.
Tumulto entre
carteles
en la luz fija y
muerta.
El tren vino y
llevó
rostros y
portafolios.
La próxima:
Oscuridad. Sentados
como estatuas en
los vagones
que se
precipitaban en las cuevas.
Obligación,
sueños, obligación.
En estaciones
bajo el nivel del mar
se vendían las
Noticias de lo Oscuro.
Había gente
triste en movimiento,
silenciosa bajo
los relojes.
El tren llevó
consigo
abrigos y almas.
Miradas en todas
direcciones
en el viaje a
través de la montaña.
Todavía ningún
cambio.
Pero más cerca de
la superficie se oyeron
zumbar los
abejorros de la libertad.
Salimos de la
tierra.
El campo aleteó
una vez y se
quedó inmóvil
bajo nosotros,
extendido y verde.
Espigas volaron
sobre los
andenes.
¡Estación
terminal! Acompañé a los otros
más allá de la
estación final.
¿Cuántos éramos?
Cuatro,
cinco, no muchos
más.
Casas, caminos,
nubes,
ensenadas azules
y montañas
abrieron sus
ventanas.
(Traducción: Roberto Mascaró)
De: El cielo a medio
hacer
Tomas Tranströmer
(1931). Poeta, escritor,
traductor y psicólogo sueco. Premio Nobel de Literatura 2011.
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