Los fantasmas
dicen mi nombre.
Abren y cierran
las puertas de los cuartos,
silban sus penas en el corredor.
De rodillas
le suplico a Dios
un instante de silencio.
Bajo la cabeza
con un poco de pesadez.
En medio de la noche descubro
el final de la distancia,
el paso de los días.
Los fantasmas fuman en mi cuarto.
Anuncian la despedida.
De: Día de San José (1999)
Erika Reginato
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