ANATOMÍA DE UN VACÍO
Una chica me mira y está parada en medio
de la calle.
Soy el único que se ha salvado de besarla
soy el único
que no se atreve a ver sus cabellos y
silbar su sombra.
Una palabra rueda por los charcos de mi
estómago
y la chica parada en medio de la calle
no se mueve y me mira.
Los gatos se le acercan con guitarras
eléctricas a cantarle una balada.
Un perro le tira un hueso hasta sus
piernas.
Un hombre le ha tomado una fotografía.
Soy el único que la mira y no le silba al
cuello.
Soy el único que no vuela entre sus ojos,
sólo salgo de la escena corriendo en
círculos
buscando mi alma entre las piedras
antes de morir
antes de morder el anzuelo
y enterrar la garza amada de mi vientre,
esperar a la luna anciana otra vez
abriendo su pecho interminable.
La chica ha muerto me dice un ciego tocándome
el bolsillo.
Yo orgulloso corro a perseguirla.
Escarbo sobre una pared su efímero perfume
y sólo humo
sólo barro y cemento
me muestran su cuerpo,
el que nunca deseé como ahora.
Y mirando mis heridas
comprendí
que en nuestros errores
se esconde un ave blanca
que reclama incesantemente
sus plumas
Paolo Astorga
(Lima, 1987). Poeta peruano.
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