PROEMA
A veces la poesía es el vértigo de los
cuerpos y el vértigo de la dicha y el
vértigo de la muerte;
el paseo con los ojos cerrados al borde
del despeñadero y la verbena en los
jardines submarinos;
la risa que incendia los preceptos y los
santos mandamientos;
el descenso de las palabras paracaídas
sobre los arenales de la página;
la
desesperación que se embarca en un barco de papel y atraviesa,
durante cuarenta noches y cuarenta días,
el mar de la angustia nocturna y
el pedregal de la angustia diurna;
la idolatría al yo y la execración al yo y
la disipación del yo;
la degollación de los epítetos, el
entierro de los espejos;
la recolección de los pronombres acabados
de cortar en el jardín de Epicuro y
en el de Netzahualcoyotl;
el solo de flauta en la terraza de la
memoria y el baile de llamas en la cueva
del pensamiento;
las migraciones de miríadas de verbos,
alas y garras, semillas y manos;
los substantivos óseos y llenos de raíces,
plantados en las ondulaciones del
lenguaje;
el amor a lo nunca visto y el amor a lo
nunca oído y el amor a lo nunca dicho:
el amor al amor.
De: Sílabas semillas.
Octavio Paz
(Ciudad de México, 1914 - 1998)
Poeta, traductor, ensayista y crítico mexicano. Premio Nobel de Literatura,
1990.
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