martes, 25 de junio de 2013

ARTHUR RIMBAUD

OFELIA

 
John Everett Millais, Ofelia


I


     Sobre el tranquilo remanso donde las estrellas duermen,

     como una gran flor de lis la blanca Ofelia flotaba,

     rodéanle largos velos que lentamente la mecen,

     —lejanas trompas de caza en el bosque se escuchaban.


     Hace ya más de mil años que la triste Ofelia yace

     sobre el río negro y largo, igual que un blanco fantasma.

     Hace ya más de mil años que murmura la romanza

     de su suave locura al céfiro de la tarde.


     El viento besa sus senos y despliega en corola

     sus grandes velos mecidos muellemente por las aguas,

     los sauces estremecidos sobre su espalda la lloran

     sobre su frente dormida se inclinan los cañizares.


     Los nenúfares heridos en torno a ella se pasman;

     ella despierta a veces, en un abedul moroso,

     algún nido del que escapa un leve temblor de alas:

     —Y de los astros de oro cae un canto misterioso.


II


     ¡Oh pálida Ofelia bella! igual que la nieve hermosa:

     ¡Sí! tú te moriste niña por la corriente llevada.

     —De los montes de Noruega los vientos tumultuosos

     de ásperas libertades te hablaron con voz  quebrada.


     Fue con un soplo retorciendo tu espléndida cabellera

     a tu alma soñadora trajo un extraño sonido;

     Tu corazón escuchaba cantar la naturaleza

     en los quejidos del árbol y de la noche el suspiro.


     Es que la voz de los mares, locos, con inmenso hálito,

     rompió tu pecho de niña tan humana y tan sencilla;

     ¡y una mañana de abril un caballero muy pálido,

     un pobre mudo alocado, se sentó en tus rodillas!


     ¡Cielo, amor y libertad! ¡Qué sueño, oh pobre loca!

     Tú te fundías con él como nieve en llamarada:

     y tus tremendas visiones enmudecieron tu boca.

     —Y el infinito terrible azoró tu azul mirada.

III


     —Y nuestro poeta cuenta, que, con el fulgor del cielo

     las flores que tú cogiste de noche vas a buscar,

     y que ha visto sobre el agua, recostada entre los velos,

     como una gran flor de lis, la blanca Ofelia flotar.




15 de mayo 1870

Traducción: J.F.Vidal –Jover







Arthur Rimbaud
Poeta francés (1854 – 1891)

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