viernes, 7 de junio de 2013

GABRIELA KIZER





Auguste-René Rodin (París, 12 de noviembre de 1840 - Meudon, 17 de noviembre de 1917). Escultor francés.







Según los poetas
hemos enterrado nuestro corazón,
lo hemos desenterrado.
Hemos soñado con barcos transatlánticos,
hemos creído que los astros sirven como recipientes de nuestros deseos,
hemos sido recipientes de sus designios.
Hemos imaginado lunas de miel en cubierta,
nos hemos puesto el anillo,
hemos quebrado el vaso como señal de duelo,
hemos zarpado bajo la orden del Capitan Ahab,
hemos dejado a nuestros más cercanos dolientes en el muelle,
hemos agitado con desdén el pañuelo
            aunque sea para despedir tablones o cargamentos ajenos
            que puedan impedirnos levar anclas.
Y hemos deshecho las maletas,
hemos acomodado nuestras galas,
hemos tocado el cielo revolcándonos,
hemos agonizado por un tono de voz,
hemos tenido el sentimiento de que podemos estar para siempre
            donde estamos,
hemos sobrevivido a las mareas, a los puertos,
a los barcos que pasan,
hemos olvidado la monotonía del mar,
y el momento en que comenzamos a marear
y a no poder tenernos en pie por esa náusea de todo
            cuanto ayer resplandecía,
por esa incapacidad después de las doce p.m
            que convierte a los buques en barquitas-calabazas,
            en veleritos de papel que alguna vez lanzamos charco abajo.
Y hemos vuelto como siempre a lo que somos,
hemos recorrido otra vez a pata coja toda tierra que se pueda recorrer
y hemos arrasado toda ciudad que se pueda arrasar,
            y toda doncellez que se pueda violar;
y hemos repartido lo que nos queda de alma
           y de reinado,
y hemos puesto sobre nuestro ojo un parche
            y una astilla de palo en lugar del pie descalzo
 para que se sepa que somos libertarios,
  lobos de mar, aulladores profesionales,
y hemos obtenido patente de corso
y nos hemos dedicado al pillaje en corazones pacíficos
y hemos hecho sentir nuestra presencia como un azote del destino
y hemos actuado sin ley
            por la cuenta propia o de nadie
y hemos alabado a Francis Drake
y a Pedro el Grande
y al débil resplandor que el corazón destella
            para el curso de sus siete vidas,
y hemos tirado piedras contra los poetas
y les hemos apuntado a la cabeza
y a veces
hasta hemos tenido la suerte de acertar.




De: Amagos




Gabriela Kizer
(Caracas, 1964). Poeta venezolana.

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