AUSENCIA
Dejaré que muera en mí
el deseo de amar tus ojos que son dulces
Porque nada te podré
dar sino la pena de que me veas eternamente exhausto
Mientras tanto tu
presencia es cualquier cosa como la luz y la vida
Y yo siento que en mi
gesto existe tu gesto y en mi voz tu voz
No te quiero tener
porque en mi ser todo estaría acabado.
Quiero sólo que surjas
en mí como la fe en los desesperados
Para que pueda llevar
una gota de orgullo en esta tierra
maldita
Que se quedó en mi
carne como una mácula del pasado.
Yo marcharé...tú irás a
apoyar la cara en otra cara
Tus dedos enlazarán
otros dedos y tú te abrirás hacia la madrugada
Pero no sabrás que
quién te tomó fui yo, porque fui el gran íntimo de la noche
Porque apoyé mi rostro
en el rostro de la noche y oí tu habla
amorosa.
Porque mis dedos
enlazaron los dedos de la niebla suspendidos en el espacio
Y traje hasta mí la
misteriosa esencia de tu abandono desordenado.
Me quedaré solo como
los veleros en los puertos silenciosos.
Pero te poseeré más que
nadie porque podré partir
Y todos los lamentos
del mar, del viento, del cielo, de las aves, de las estrellas
Serán tu voz presente,
tu voz ausente, tu voz serenizada.
Vinicius de Moraes
(Río de Janeiro, 1913-1980). Poeta
y músico brasileño.
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