DEL AMOR
Como un cielo poblado de relámpagos
Como un templo de palmeras en la noche
mi voz canta en su misterio.
Permaneces en el remanso de los bosques,
tu oído siempre atento al murmullo de las
fuentes.
Que no se fatigue tu pie sobre la hierba
ni tus ojos se cansen de mirar las flores.
Tu cabellera ande libre bajo el sol
y nunca la luna abandone tus ojos para
siempre.
Ahora que la noche ha envilecido mi agonía
y las bestias levantan su claridad
terrible
digo que eres simple
que es amplia tu tristeza
que es puro tu corazón como rumor del
cielo.
Hay ganas de morir anegado de sueños
de permanecer oculto en tu memoria.
Hay ganas de morirse cantando con la
lluvia
y abandonarse al embrujo de los altos
pinos.
De: Columpio de la noche
César David Rincón
(Maracaibo, 1938-1992). Poeta
venezolano.
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