EL ALBA
El alba de hoy
ha sido muy hermosa.
Percibí
en el claro
resplandor de la mañana
como un inesperado despertar.
Dios bendiga esta hora,
profunda,
en que he sentido, algo nuevo,
como un reflejo oculto
entre la bruma:
como un poco de sol en mi conciencia.
Dios bendiga esta hora
que me hará pasar—así lo espero—
un bello día.
Un día de juventud
entre las voces familiares.
Dios bendiga esta hora
que me ha dado fervor de amanecida
para seguir viviendo entre los hombres.
¡Porque un minuto
lleno con la gracia de Dios
es suficiente
para hacer resistencia a tantas cosas
que a pesar de los años nos sorprenden!
De: Encuentros (1980)
Fernando Paz Castillo
(1893 - 1981). Poeta venezolano.
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