Los hijos no le hablan en su idioma
una lengua de una tierra distante
una cultura antigua
como los pliegues de la tierra
abandonó las palabras de la madre
para aprender las de la extraña
con la que hizo los hijos
esos hijos que no entienden
el sufrimiento al que se aferra para castigarlos
las segunda guerra
y la otra
la de Corea
la bomba de Hiroshima
ahora pasa sus días como un dragón anciano
sentado a la puerta del negocio
mirando al piso
recuerda las manos de la madre muerta
que se aproxima
intenta acercarse a los nietos que le temen
y tampoco hablan su dialecto
Julieta León
(Caracas). Poeta y docente
venezolana.
1 comentario:
Gracias Elizabeth, por el amparo que has dado en tu espacio a mis palabras.
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