PRESENCIA Y FUGA
I
En el espacio insomne
que separa
el fruto de la flor, el
pensamiento
del acto en que germina
su aislamiento
una muerte de agujas me
acapara.
Febril abeja de la
carne, avara,
algo estrangula en mí
cada momento.
Usa mi voz, se nutre de
mi aliento,
Impone muecas turbias a
mi cara.
¿Qué amor, no obstante,
en su rigor acierta
a destruir este hálito
enemigo
que a compás con mi
pulso me desierta?
¡Templado hielo, sí,
glacial abrigo!
¡Cuánto – para que dure
en él – liberta!
en mí, que ya no morirá
conmigo!
II
Te contienes, oh Forma,
en el suntuoso
muro que opones de
encarnada espuma
al oscuro apetito de la
bruma
y al tacto que te erige
luminoso.
Dueña así de un
dinámico reposo,
marchas igual a tu
perfecta suma
ay, como un sol, sin
que el andar consuma
ni el eco mismo de tu
pie moroso.
¡Isla del cielo, viva,
en las mortales
congojas de tus bellos
litorales!
Igual a ti, si fiel a
tu diseño,
colmas el cauce de tu
ausencia fría;
igual, si emanas de
otra tú, la mía,
que nace a sus
insomnios en mi sueño.
III
Tu destrucción se gesta
en la codicia
de esta sed, todo
tacto, asoladora,
que deshecha, no viva,
te atesora
en el nimio caudal de
la noticia.
Te miro ya morir en la
caricia
de tus ecos; en esa
ardiente flora
que, nacida en tu
ausencia, la devora
para mentir la luz de
tu delicia.
Pues no eres tú,
fuente, a ti anudada.
Es belleza, no más,
desgobernada
que en ti, porque la
asumes, se consuma.
En tu muerte, no más,
que se adelanta
que al habitar tu
huella te suplanta
con audaces resúmenes
de espuma.
IV
¡Agua, no huyas de la
sed, detente!
Detente, oh claro
insomnio, en la llanura
de este sueño sin
párpados que apura
el idioma febril de la
corriente.
No el tierno simulacro
que te miente,
entre rumores, viva;
no, madura,
ama la sed esa tensión
de hondura
con que saltó tu flecha
de la fuente.
Detén, agua, tu prisa,
porque en tanto
te ciegue el ojo y te
estrangule el canto,
dictar debieras a la
muerte zonas;
que por tu propia
muerte concebida,
sólo me das la piel
endurecida
¡oh movimiento, sierpe!
que abandonas.
José Gorostiza
(1901 – 1973). Poeta mexicano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario