EL TIEMPO, LA MEMORIA Y
EL OLVIDO
Uno regresa a veces. La importancia
de volver, no es salvar lo ya vivido,
es saber en qué esquina, en qué latido,
pueden fundirse el tiempo y la distancia.
Así como el que bebe, cuando escancia,
decide si es el vino apetecido,
uno puede también, contra el olvido,
salvarse en la memoria de la infancia.
Hay quien gusta pensarse en el futuro,
y busca el porvenir a toda costa,
yo prefiero perderme por la angosta
región de lo que fue; voy sin apuro
a encontrarme de nuevo, en la vejez,
los sueños que fundaron mi niñez.
De: Cuando el cristal no reproduce el rostro (2011)
Waldo Leyva
(1943). Poeta, ensayista, narrador y
periodista cubano.
1 comentario:
Este hermoso poema lo conocí gracias a una canción, hermoso poema, hermosa cianción, hermosa la voz que la interpreta.
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