LA UNIDAD DEL LLANTO
Esto soy todavía:
un sosiego turbado por las lágrimas.
Esto fui: una pupila
húmeda, abierta, ávida.
Esto he de ser: el llanto, mientras viva.
Un erguido sollozo me levanta,
me hace andar en las cumbres, me encamina
hacia la azul montaña.
Y allí está la sonrisa
como una flor salvaje que me aguarda.
Veré la blanca flor y será mía,
¡mía! y tendré, llorando, que arrancarla
del fondo de mi ser, pequeña y tibia,
de lo alto de la cumbre, pura y blanca.
¡Mía! Y el llanto surca mis mejillas
Para que yo merezca su fragancia.
De: Poemas, 1947-1952
Ida Gramcko
(1924-1994). Poeta venezolana.
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