sábado, 1 de junio de 2013

CARLOS CONTRAMAESTRE


PARA OTRAS TRIBULACIONES


Katia Chausheva (1953). Fotógrafa búlgara.



A Hugo Figueroa





Un ojo pervierte las nubes

si ellas no caen en el sitio acordado

Y si eres  efluvio  garza  sueño  soledad

es porque ahora somos mañana fresca y roja

Hoy eres  vino  labios  deseo  de mil lenguas

dragón hechizado niña almendra

nave Grand Meaulnes

árbol  arcoíris  lamento  jíbaro

Regreso de tu sagrario donde despido los astros

en tus labios

y en tu sociología idílica


En medio del eclipse regresé a dibujarte

porque me habían dicho que ya no eras pájaro ni nube

Y pude comprobar

que el Unicornio en nada se parece al pasto del amor

En el Valle lo seguimos mirando de perfil

hasta percibir el brillo distante del mar

y la luz de los jardines en tus senos


Y si lo que nos hemos dicho hoy no es suficiente

como demostración de un amor desbocado y mutuo

¿Qué podríamos hacer en ese crucero de las Antillas

qué haríamos con esa luna enguantada en una noche de

                                                                                           bodas

qué haríamos con la dote enviada por Bretón con urgencia

autorizando a mis amigos para aligerar estas urgencias del

                                                                                corazón loco?


Pienso que he comenzado a vencer el destino

con este amor salvaje


Pájaro de ámbar ahumado entre lluvias y soles

Retornas al mediodía en nube y rosa

Escalas el vacío con júbilo

y eternizas el paso por la sombra

con el reflejo de tus ojos


Entonces te ausento y te acerco en cuerpo y vuelo

estreno de nuevo tu corazón

incienso  sonidos distantes  ríos  que  te  iluminan

Te escucho y oculto entre los cínaros

en medio de las revelaciones

del antiguo muro de piedra que te contempla

en eternidad


He querido ver la televisión esta noche

para no pensar en ti

Estratégicamente me he ocultado en la piel de visón de Liz

                                                                                               Taylor

para que tus ojos no rieguen esmeraldas en vano

En fin he querido que lo cotidiano sobrepase en banalidad

las llamas de tu corazón ardiente

Sin embargo las notas de extravío de un domingo intenso

me obligan por momentos a cambiar de camisa

o de oficio amoroso

para transformarme en el idiota adorado

Desaparece la actriz

apago el televisor y descubro entre los árboles

que la luna ha crecido violentamente

como un animal pálido en la noche


He encontrado en medio de la desesperación y trampa del

  mundo

tus mieles  tus árboles frutales  el agua  de  tus  ríos

He hallado ese cielo que perdimos un día

y que recorres como el más hermoso pájaro llameante

Te he encontrado en los celajes del llano

como ángel dormido

Te he encontrado en enero resplandor

y eso me basta




De: Metal de soles




Carlos Contramaestre

Poeta venezolano (Tovar, Estado Mérida, 1933 – Caracas, 1996) Médico, escritor y pintor. Miembro fundador del grupo literario El Techo de la Ballena

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