PARA
OTRAS TRIBULACIONES
Katia Chausheva (1953). Fotógrafa búlgara. |
A
Hugo Figueroa
Un ojo pervierte las nubes
si ellas no caen en el sitio acordado
Y si eres
efluvio garza sueño
soledad
es porque ahora somos mañana fresca y roja
Hoy eres vino labios
deseo de mil lenguas
dragón hechizado niña almendra
nave Grand Meaulnes
árbol arcoíris lamento
jíbaro
Regreso de tu sagrario donde despido los astros
en tus labios
y en tu sociología idílica
En medio del eclipse regresé a dibujarte
porque me habían dicho que ya no eras pájaro ni nube
Y pude comprobar
que el Unicornio en nada se parece al pasto del amor
En el Valle lo seguimos mirando de perfil
hasta percibir el brillo distante del mar
y la luz de los jardines en tus senos
Y si lo que nos hemos dicho hoy no es suficiente
como demostración de un amor desbocado y mutuo
¿Qué podríamos hacer en ese crucero de las Antillas
qué haríamos con esa luna enguantada en una noche de
bodas
qué haríamos con la dote enviada por Bretón con urgencia
autorizando a mis amigos para aligerar estas urgencias del
corazón
loco?
Pienso que he comenzado a vencer el destino
con este amor salvaje
Pájaro de ámbar ahumado entre lluvias y soles
Retornas al mediodía en nube y rosa
Escalas el vacío con júbilo
y eternizas el paso por la sombra
con el reflejo de tus ojos
Entonces te ausento y te acerco en cuerpo y vuelo
estreno de nuevo tu corazón
incienso sonidos
distantes ríos que
te iluminan
Te escucho y oculto entre los cínaros
en medio de las revelaciones
del antiguo muro de piedra que te contempla
en eternidad
He querido ver la televisión esta noche
para no pensar en ti
Estratégicamente me he ocultado en la piel de visón de Liz
Taylor
para que tus ojos no rieguen esmeraldas en vano
En fin he querido que lo cotidiano sobrepase en banalidad
las llamas de tu corazón ardiente
Sin embargo las notas de extravío de un domingo intenso
me obligan por momentos a cambiar de camisa
o de oficio amoroso
para transformarme en el idiota adorado
Desaparece la actriz
apago el televisor y descubro entre los árboles
que la luna ha crecido violentamente
como un animal pálido en la noche
He encontrado en medio de la desesperación y trampa del
mundo
tus mieles tus
árboles frutales el agua de
tus ríos
He hallado ese cielo que perdimos un día
y que recorres como el más hermoso pájaro llameante
Te he encontrado en los celajes del llano
como ángel dormido
Te he encontrado en enero resplandor
y eso me basta
De: Metal de soles
Carlos Contramaestre
Poeta venezolano (Tovar, Estado
Mérida, 1933 – Caracas, 1996) Médico, escritor y pintor. Miembro fundador del
grupo literario El Techo de la Ballena
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